Síntomas y signos

 

Una de las grandes dificultades al poder diagnosticar este tipo de infecciones radica en la sintomatología presente en los pacientes, ya que suele ser bastante inespecífica y tardía.

Se destaca la presencia de esta tétrada clásica de inflamación (dolor, aumento local de temperatura, enrojecimiento y tumefacción) en conjunto con supuración de la herida. También la rigidez o dolor articular en muchos casos es indicativo de esa infección. Sin embargo, cerca del 50% de los casos de este tipo de infección ocurren pasados los 3 meses desde la colocación de la prótesis, donde solo se presenta como signo el dolor.

La frecuencia de estos tipos de infecciones es bajas, aproximadamente entre un 0,8% a 1,9% de las artroplastias de rodilla y 0,3 a 1,7% de las artroplastias de cadera termina con una infección.

Prótesis

Dentro de las prótesis extravasculares como de tipo ortopédicas, implantes mamarios o en el pene, tiene más prevalencia las presentaciones clínicas de tipo tardía e inespecíficas, con dolor crónico intermitente, leve eritema, disfunción solapada, etc.

Las infecciones en prótesis articulares de rodilla y cadera son de las más estudiadas, las cuales se pueden categorizadas en las siguientes subdivisiones propuestas por Tsukayama:

  • Infección posquirúrgica precoz (IPP) o infección aguda

Se manifiesta dentro del primer mes desde la cirugía, presentando cuadros inflamatorios locales, celulitis y secreción purulenta en la herida quirúrgica. También puede estar acompañado de dolor en la articulación y febrícula. Dentro de las dificultades expuestas en el diagnostico de IPP es que frente a la sintomatología solamente es difícil discernir si es una infección superficial de una infección en la prótesis. En este caso la teoría del momento de la infección sugiere que es una inoculación durante el proceso de implantación y en menor media por dehiscencia en la herida postoperatoria.

  • Infección crónica tardía (ICT) o infección crónica

Tras el segundo mes posterior a la cirugía los pacientes refieren principalmente a síntomas relacionados con el aflojamiento de la prótesis. Hay casos referidos después de meses o años luego de la cirugía. Se han descrito variados casos donde se presentan posoperatorio tórpido, con infección en la herida quirúrgica o problemas de cicatrización, como también fistulas cutáneas.

  • Infección hematógena aguda (IHA)

Puede ser de presentación precoz o tardía, pero su característica principal es que este asociado a la presencia de bacteriemia la cual coloniza la prótesis recién implantada. En los casos tardíos se ha presentado con aparición brusca del dolor e inflamación local acompañado con fiebre. Este tipo de infección también puede presentar síntomas de artritis séptica aguda, con una articulación dolorosa, inflamada, caliente y sensible, además de presentar también lesiones cutáneas en mayor frecuencia que los otros tipos de infección protésica.

  • Cultivos intraoperatorios positivos (CIOP)

Este se presenta en pacientes con sospecha preoperatoria de "aflojamiento aséptico" de la prótesis articular en conjunto con hallazgo de cultivos positivos de las muestras operatorias al ser sometidos a un recambio en un tiempo. Son infecciones subclínicas tratadas con recambio protésico en un tiempo.

Implantes

A nivel de implantes se han destacados los de tipo dentales, los cuales cursan mal aliento, enviar rojas e inflamadas, dolor y enrojecimiento en la zona del implante, incluso acompañado de secreciones purulentas. Para poder diferenciar este cuadro clínico con otros de igual sintomatología se usan combinación de criterio clínicos acompañados con imágenes como radiografías, de las cuales se indicaría: movilidad, dolor, sensación de cuerpo extraño, sangrado al sondaje, radioluminiscencia alrededor del implante y supuración.

En el caso de los implantes oculares, la disminución de la agudeza visual es lo más frecuentemente acompañado de dolor ocular de variable intensidad, cefalea, inflamación palpebral y conjuntica, eritema, fotobofia, lagrimeo y/o secreción purulenta. En estos casos, la fiebre alta no es muy común.

Los síntomas de los implantes mamarios son de carácter local, tales como dolor, fisuras, contractura capsular, supuración. Estos también pueden estar acompañados por síntomas generales muy inespecíficos como artralgias, exantema, fiebre o astenia.

Diagnóstico

El diagnostico oportuno es fundamental para poder tener mayor eficacia en el tratamiento, puesto a que las bacterias u otros microorganismos descritos como agentes infecciosos de prótesis e implantes tienen una alta capacidad de formar biofilms lo que disminuiría la eficacia del tratamiento a base de antibióticos. Al momento de la toma de muestra, se recomienda tomar entre cinco a seis muestras de tejido prótesis en la cirugía para un posterior cultivo y tinción.

Dentro de las técnicas diagnósticas el uso de imágenes es crucial. Dependiendo del tipo de prótesis o implantes y la zona a la que afecta será el tipo de técnica a ocupar, por ejemplo, a nivel de prótesis endocárdicas las ecocardiografías transesofágicas son de las más utilizadas por su alta sensibilidad, la tomografía computarizada y la resonancia magnética serian eficientes en casos de prótesis compuestas de biomateriales menos refringentes.

La confirmación del diagnóstico de infección se basan exámenes histopatológicos y aislamiento de bacterias obtenidas de la prótesis. En el laboratorio es crucial ocupar medios enriquecidos, además de la utilización de medios anaeróbicos y con largo tiempo de incubación para la detección de bacterias poco virulentas y de lento crecimiento. También se destaca el uso de hemocultivos, aunque su positividad es variable según el implante infectado, pero una de las técnicas más destacadas es el uso de detección del genoma bacteriano a partir de técnicas de biología molecular, cuya eficacia y sensibilidad es más alta.

Se han descrito diversos criterios que pueden guiar a un diagnóstico certero según "International Consensus Meeting on periprosthetic joint infection" los cuales se subdividen en criterio mayores y menores, donde al presentar un criterio mayor ya seria indicativo inmediato de diagnóstico, mientras los criterios menores dependerán de la observación preoperatoria o intraoperatoria:

Criterios mayores

  • Dos cultivos periprotésicos positivos que identifiquen el mismo microorganismo
  • Detección de fistula comunicante con la prótesis o visualización de la prótesis

Criterios menores

  • Preoperatorios:
  • PCR o Dímero D elevados (2 puntos)
  • VES elevada (1 punto)
  • Conteo alto de leucocitos en liquido sinovial o estereasa leucocitaria (3 puntos)
  • Alfa defensina positiva en liquido sinovial (3 puntos)
  • Porcentaje de polimorfonucleares elevado (2 puntos)
  • PCR sinovial elevada (1 punto)
  • Intraoperatorios:
  • Puntaje preoperatorio (Cantidad de puntos obtenidos de previo)
  • histología positiva (3 puntos)
  • Purulencia (3 puntos)
  • Un único cultivo positivo (2 puntos)

Para poder considerar a un paciente como infectado según los criterios menos se necesita tener una puntuación igual o menor a 6. Si obtiene un puntaje de 2 a 5 seria clasificado como probablemente infectado y si es 0 o 1 no estaría infectado.

Dentro de la European Bone and Joint Infection Society (EBJIS) también se destacan los cambios radiológicos, de los cuales la observación del aflojamiento de la prótesis dentro de los primeros dos años y fistulas transcorticales serían los síntomas más característicos. 

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